El pequeño pueblo afectado, Chemparuthivilai, está situado en el distrito de Kanyakumari, Sur de la India, y su población vive por debajo del nivel de pobreza y más del 50% están sin trabajo.
En este pueblo existe una escuela de grado medio St. Anthony’s, construida con materiales de baja calidad. Se encontraba en pésimo estado y las aulas no se ajustaban a las medidas establecidas por el Gobierno.
Por ello, en una visita de inspección se negaron a emitir el Certificado para la Oficina de Educación del Distrito, por lo que la escuela debía construir un edificio nuevo o el Gobierno le retiraba su reconocimiento oficial y el sueldo de 9 de los 11 profesores, lo que supondría tener que cerrarla y 495 niños quedarían sin escolarizar.
Tras valorar su situación acudieron a Manos Unidas, solicitando una aportación económica que cubriese al menos dos tercios de su coste, comprometiéndose localmente a conseguir el tercio restante en forma de mano de obra no cualificada, transporte de materiales, pequeñas donaciones, etc.
Se financió a base de las cuotas de los socios y colaboradores cercanos, muy vinculados al ámbito educativo.
Comenzó en abril de 2008 y se logró toda la financiación en abril de 2011.